Es conveniente, si hemos decidido traer un gato a casa, conocer aquellas características especiales que le diferencian de nosotros.
La vista del gato
Como animal cazador y de actividad nocturna, la vista del gato esta preparada para distinguir el movimiento, las distancias cortas y algunos colores, aunque no todos. En la luz crepuscular la visión perfecta de los colores no es necesaria y si que es muy útil poder medir la distancia que ha de saltar para abalanzarse sobre sus presas.
El gato ve mejor que nosotros en la oscuridad gracias a una capa especial de células, el "tapetum lucidum", que tiene en el fondo del ojo. Gracias a ella puede utilizar la poco luz que entra en sus ojos y reflejarla. Por eso brillan sus ojo en la oscuridad.Si durante el día hay demasiada luz, el gato regula la entrada de luz en sus ojos de dos maneras: cerrando los párpados y además, con su característica y diferencial pupila que se cierra lateralmente formando una abertura vertical. Esta particularidad del gato es una adaptación para la caza nocturna. Los leones, aunque son felinos como los gatos, son cazadores diurnos y cierran sus pupilas circularmente, como nosotros.
El oído del gato
¿Que necesita un buen cazador nocturno, además de poder ver mejor de noche? Esta claro: oír muy bien. Sus orejas son móviles y las puede dirigir hacia el lugar de donde provienen los ruidos. Al igual que el perro, oye frecuencias altas imperceptibles para nosotros. En cuanto a los tonos graves, su capacidad auditiva es similar a la nuestra. Algunos de esos sonidos, si son repentinos, provocan una rápida reacción de huida.
Mas adelante veremos que su rechazo a la fuerza y sorpresas de determinados ruidos lo podemos utilizar en su etapa educativa. Nada mejor que un grito o un sonido desagradable para que no vuelva a actuar mal o a acercarse a un lugar prohibido.
El olfato del gato
Este sentido es muchísimo mas importante que el del gusto para nuestro amigo. Si algún alimento no le gusta, probablemente es mas porque le desagrada su olor que por su sabor. El sabor dulce, por ejemplo, casi ni lo puede apreciar.El gato además de su nariz dispone de un órgano que combina olfato/gusto, el órgano de Jacobsen, situado entre el paladar y las fosas nasales que le sirve para detectar olores muy especiales para e (por eso le veremos a veces con la boca semiabierta y atento, acercando el aire que entra en la boca con su lengua hacia arriba).
Sin duda alguna, su gatito conocerá el mundo que le rodea poco a poco gracias a los olores: distingue recién nacido, cual es la mama de su madre que le corresponde para alimentarse, al llegar a su nuevo domicilio identificará a sus amos por el olor, ya adulto marcara su territorio con sus olores corporales, y así hasta un sinfín de ejemplos.
Su sensibilidad especial
Su sensibilidad, marcadamente por encima de la nuestra, les ha servido en muchas ocasiones para, por ejemplo, detectar horas antes de que ocurrieran terremotos, erupciones y fuertes tormentas. Seguramente son capaces de detectar las vibraciones de la tierra y en estas ocasiones, su estado de nerviosismo les ha hecho incluso llevarse a sus crías lejos de edificios que, posteriormente, se han derrumbado.
También se han dado casos en que vuelven a sus casa aunque se hayan extraviado en puntos alejados, por ejemplo en vacaciones. En distancias cortas se basan en su buena memoria visual y en la detección de olores. Pero en distancias mas alejadas se basan en su capacidad para detectar cambios electromagnéticos (sabemos que es así porque si se les coloca unos imanes no saben reconocer el camino de vuelta a su casa).
Su sorprendente y rara sensibilidad les creo enemigos irreconciliables en la Edad Media, años en los que se sacrificaron y asesinaron miles de animales debido a falsas creencias (se decía que las brujas se transformaban en gatos negros, que eran animales del diablo, etc.).
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